Techo verde



El techo verde es la última ecotecnia que hemos aprendido en Carranza, aunque el tiempo no nos dejo meter las manos, Erika nos explicó en una sesión teórica todos los detalles.


Antes de comenzar a marcar los pasos técnicos para llevar a cabo una cubierta verde, os dejamos un link al artículo de la revista EcoHabitar"Las ventajas de un techo verde" donde nos dan razones suficientes como para querer montar uno en nuestra propia casa.


Lo primero a tener en cuenta, es el soporte. En este caso hablamos de un entarimado de madera transversal a las vigas, dispuestas de manera radial. Desde la viga maestra, situada en el centro de la casa, que es octogonal, y como mínimo un metro más allá de la pared de la casa para evitar que la caída de agua de lugar a humedades dentro de la vivienda.

Para convertir este techo, en un techo verde, hay que añadir unos 15 centímetros de tierra del terreno, donde arraigarán plantas de raíces poco profundas, como máximo 7 cm. Si en nuestro terreno la vegetación que sale silvestre es más alta de estos 7 cm deberemos plantearnos meter compost con semillas de grama o siemprevivas (vegetación baja que no requiere muchos cuidados)
Al norte, sobre todo en otoño e invierno, suelen salir musgos y líquenes que irán muy bien para amortiguar los fríos en el interior de la casa. 

Antes de la tierra, es necesario interponer capas de distintos materiales impermeabilizantes y canalizadores de agua:
- Corcho, u otro material aislante.
- Caucho, que hará de impermeable. Se adquiere en rollos grandes de los que habrá que cortar paños para adaptarlo a la forma deseada. Estos han de ser grandes, las uniones se harán solapando paños unidos con pegamento, e incluso se pueden reforzar estas juntas con trocitos a modo de parches para reducir filtraciones.
- Geotextil, que por un lado frena la tierra y por otro protege el caucho de arañazos superficiales.


En los techos verdes está prohibido trabajar con herramientas de hierro, así que la tarea de extender la graba y la tierra se debe hacer a mano, para no arañar las capas aislantes que impedirán filtraciones de humedad.

Además, para evitar encharcamientos o goteras es importante sustituir la tierra por chinarro en todo el perímetro del techo y en los alrededores de todos los huecos (ventanas horizontales, chimeneas, paredes...) que han de sellarse lo mejor posible. 
Esa franja de chinarro en la parte exterior servirá como canalón natural, pues facilita que el agua corra hacia los desagües. Es conveniente añadir otra capa de geotextil debajo de las piedras.

Los desagües del tejado verde, estaban acabados con una goma de riego  ancha y larga, que evita tener un canalón libre que pueda humedecer la propia casa. Esta goma puede orientarse hacia donde se quiera, pudiendo así utilizar el excedente de agua en los tejados para regar el jardín o el huerto.

Para rematar el acabado exterior, nuestros anfitriones usarán una chapa de zinc, por ser un metal que no se oxida, para recubrir la madera de los aleros de la casa. En esta zona, por ser más húmeda no valdría con el aceite de linaza para evitar la degradación del material.

Si por climatología, existen posibilidades de que el techo se seque en verano, lo ideal sería instalar un sistema de riego por goteo, puesto que la vegetación del tejado evitará en gran medida el calor del verano en el interior de la casa.

Esperamos que, como a nosotras, esta experiencia ajena os sirva para haceros una idea bastante aproximada de como crear un bonito y útil techo verde.

Para más información, en la biblioteca de este blog hay varios dossieres informativos de como generar un techo verde en pdf.

Tabla de monosílabos


MONOSÍLABOS
CON TILDE
MONOSÍLABOS
SIN TILDE
Pronomre:
A mí me gusta.
Mi
Posesivo:
Mi madre es inglesa.
Pronombre:
Tú eres alta.
Tu
Posesivo:
Tu libro es rojo.
Él
Pronombre:
Él es de Chiles.
El
Artículo:
El gato esta aquí.
Sustantivo:
¿Quieres un té?
Te
Pronombre:
¿Te gusta el arroz?
Adverbio: Sí, soy yo.
Pronombre: Ella piensa en sí misma.
Si
Conjugación:
Si quieres, voy contigo.
Forma del verbo saber:
Yo sé tocar el violín.
Se
Pronombre:
Se levanta ahora.
Forma del verbo dar:
Dile que dé las gracias.
De
Preposición:
La casa de Jaime.

Aguas residuales




En Carranza, cada una de las viviendas tiene un sistema de depuración de aguas residuales diferente.
Nuestros vecinos Iñigo y Mirentxu, usan un sistema mixto que diferencia dos circuitos, uno para las aguas grises  y otro para las aguas negras. 
A continuación un gráfico resumen de las distintas fases de la depuración del agua.


AGUAS GRISES.

Se llama aguas grises a las aguas residuales de las casas que no vienen directamente del inodoro, es decir, las que vienen del fregadero, la ducha y el lavabo. En el gráfico anterior están representadas en el caño superior.

Para la depuración de estas aguas, Iñigo las conducen primero a un cubículo de obra donde se separan por decantación los sólidos (quedan como posos en la parte baja) y las grasas (como flotan quedan en la parte alta). Este cubículo tiene un tabique intermedio que se comunica por una ranura a media altura con otro cubículo idéntico. El primer depósito no deja pasar las capas inferior y superior, por lo que en él se produce un primer filtrado de las aguas grises.

Ese agua es conducida después por un recorrido con tres tramos de varios metros cada uno, dichos tramos contienen piedras cada vez más pequeñas para que el filtrado sea cada vez más fino; en el último usan “arlita” (unas bolitas de arcilla expandida que pesan muy poco).

De ahí pasamos al último paso del filtrado natural. Este paso es común para aguas grises y aguas negras. Así que lo explicaremos al final.


AGUAS NEGRAS.

Cabezal del tubo giratorio.
Compostera de aguas negras 

Se le llama aguas negras a las que provienen del inodoro, representadas en el gráfico de arriba en el tubo de abajo.

Estas aguas van directamente a un doble depósito grande que funciona de compostador. Iñigo y Miren lo han dimensionado para una familia de 4 o 5 personas. Cada depósito tarda unos 12 meses en llenarse, que es el tiempo de reposo que necesita el otro, el que está lleno, para convertir los residuos en compost.



Un compost perfecto necesita tres elementos fundamentales:
  • Oxígeno. Por ello el depósito no debe estar cerrado herméticamente.
  • Nitrógeno. De este compuesto están cargadas nuestras cacas.
  • Carbono. Que se consigue echando buenas cantidades de paja al material que se va quedando en el depósito.

Para cambiar el vertido de un depósito a otro han utilizado un sistema tan sencillo como eficaz, un codo de tubería que giran 180º una vez al año.

Ese depósito inicial desagua en una pilita tapada con ladrillos, (es la única parte del circuito que huele mal) donde las aguas pasan por el mismo proceso de decantación que en el caso de las grises, se dejan salir las aguas medias, quedando en el fondo los sólidos y en la parte superior las grasas flotantes.


ULTIMA FASE: SISTEMA DE LAGUNAJE.

En esta última fase de la depuración natural de aguas, se juntan las aguas grises y las aguas negras, ya cada una de ellas tratada como lo requiere, para pasar a un sistema de tres lagunas encadenadas, cada cual más grande que la anterior, que cuentan en cada caso con su vegetación específica. Lo ideal es que estas lagunas que hemos creado estén impermeabilizadas para mantener un nivel constante y para evitar que el agua se filtre antes de estar depurada por completo.

La primera laguna debe ser pequeña y poco honda, sin vegetación apenas, para provocar que la luz del sol se proyecte directamente sobre el agua. Son los microorganismos los que harán el trabajo sucio. La segunda y la tercera laguna tienen que tener una vegetación característica que aún no sabemos, porque nuestros anfitriones esta fase no la tenían muy desarrollada (haremos un post más adelante). En cualquier caso, sabemos que son las plantas las que llevarán a cabo la depuración final de las aguas, que muy difícilmente volverán a ser potables, pero que pueden servir para regar los frutales o incluso el huerto.

Iñigo nos comentaba, mientras nos mostraba el sistema, que lo ideal sería hacerles un estudio químico a las aguas resultantes en la última laguna, pero los renacuajos, las libélulas y la propia Chula, que bebía agua del lago cuando tenía sed, nos demostraban que el estado del agua era salubre.
¿Que mejor prueba que ver la laguna llena de vida?

Tenemos más información sobre este tema en nuestra biblioteca en pdf:

Yo y las vacunas


¿Qué es la vacuna?
La vacuna es un preparado de antígenos que una vez dentro del organismo provoca la producción de anticuerpos y con ello una respuesta de defensa ante microorganismos patógenos

¿Para  que sirve la vacuna?
Para fabricar unas defensas contra las enfermedades infecciosas. 

Yo estoy vacunado de:
Difteria
Poliomielitis

Triple Vírica
Hepatisi B
Meningitis
Tétanos 

Drenaje para lluvias





Finalmente hemos terminado el sistema de drenaje para la zona de entrada de la casa.
Y hemos dejado el terreno muy igualadito.



El sistema de drenaje consiste en una zanja principal y varias perpendiculares en pendiente, rellenas todas de piedras para facilitar el flujo del agua de lluvia que la tierra filtra hacia zonas más alejadas de la casa, evitando así bolsas de agua y tierras blandas subterráneas en las inmediaciones de la casa.






En honor a la verdad, no había piedras suficientes, así que hemos dejado un lecho de piedras en la parte más profunda, hemos metido un tubo con ranuras cada 20 centímetros y terminado de rellenar las zanjas con rechazo (menos eficaz pero más barato) hasta hacerlas desaparecer.


Por el camino hemos roto un tubo de ventilación, que arreglamos con unos parches a medida y una tubería que lleva agua potable hasta la casa. Pedro, el dueño, lo arregló cortándolo y empalmándolo con una pieza de fontanería, comprada específicamente para ello.



pieza de empalme
Después hemos seguido echando rechazo para igualar el nivel de toda la zona, evitando así encharcamientos superficiales y haciendo los alrededores de la entrada norte mucho más transitables.

Anne Sullivan


Sullivan nació el 14 de abril de 1866 en una familia pobre.Fue la maestra de Helen Keller. Sullivan había contraído una enfermedad llamada tracoma, la cual deterioró su vista. Ella viajó a la Escuela de Perkins para los Ciegos en Boston, en donde recibió muchas operaciones para tratar su enfermedad. Su vista mejoró y llegó a ser una estudiante ejemplar, graduándose con honores.

Sullivan y Keller viajaron a Hollywood para filmar una película basada en sus vidas, básicamente por el interés económico.

La película, llamada "La Liberación", fue un fracaso. Pero esto no las desalentó de tratar de ganarse la vida en los medios de entretenimiento, Sullivan y Keller incluso actuaron en espectáculos públicos de vodevil. A través de su trabajo juntaron dos millones de dólares para los ciegos, en gran parte gracias a los dotes de Helen Keller

Ictericia



Causas de Ictericia
La ictericia en si no es una enfermedad. En su caso los signos de la ictericia indican las cantidades excesivas de bilirrubina en la sangre de un recién nacido. La bilirrubina es un producto secundario del hierro que se produce por la destrucción de células rojas. El hígado deberá remover la bilirrubina de la sangre.
Existe un número de factores que producen los síntomas de la ictericia en recién nacidos. Puede que el hígado del bebé no haya madurado lo suficiente para metabolizar toda bilirrubina de la sangre, o puede existir más bilirrubina en la sangre de la que el hígado pueda procesar.
Un bebé puede experimentar ictericia si éste absorbe naturalmente la bilirrubina de los intestinos más rápido de lo que lo desaloja.


Signos de Ictericia
Coloración amarillenta de la piel y los ojos es el signo más comun de la ictericia. Por lo general, los síntomas de la ictericia se desarrollan inicialmente en el rostro. Si los síntomas persisten, el pecho y el abdomen también se tornarán amarillentos. Ictericia severa puede resultar en la coloración amarillenta de los brazos y piernas también.

Tratamiento de Ictericia
Por la razón de que la ictericia por lo general desaparece por si misma a la medida que un bebé madura, el tratamiento para la ictericia es típicamente simple. De hecho, signos leves o moderados de la ictericia usualmente no requieren de tratamiento. Por lo contrario, el médico monitorea esta condición mientras que el bebé crece y la ictericia se resuelve por sí misma.
Si se requiere de tratamiento, aumentar el amamantamiento o alimentación por formula es recomendado. Alimentación frecuente aumenta la evacuación por defecación del bebé, permitiendo de esta manera el desalojo de la bilirrubina.
Si los signos de la ictericia resultan de la leche materna, el tratamiento usualmente requiere que la madre cese de amamantar hasta que los niveles de bilirrubina hayan bajado. Durante este tiempo, la madre podrá exprimirse la leche en preparación de volver a comenzar la lactación una vez que la ictericia haya desaparecido.

Complicaciones de Ictericia

Aunque los signos de la ictericia raramente indican problemas de salud, el bebé debe ser examinado si empieza a manifestar síntomas típicos de esta condición. Un médico puede informar a los padres si otra condición más severa está causando la ictericia.
Se debe buscar atención médica si un bebé exhibe cualquiera de estos síntomas con las de la ictericia:
  • ictericia que afecta los brazos y piernas
  • ictericia que persiste después de 15 días de edad
  • ictericia que toma un color oscuro
  • insuficiente aumento de peso
  • signos de ictericia entre las 24 horas de nacimiento
  • una fiebre de 100 grados

Cocinas que calientan o estufas que cocinan

estufa balcánica

En la búsqueda de la autosuficiencia, debemos optimizar el uso de cualquier recurso. En este caso el calor de las estufas para cocinar y para calentar agua. 

En las dos casas de Carranza hemos visto dos ejemplos distintos de esta búsqueda de múltiples usos para un solo gasto.



esquema del circuito del humo
en las estufas balcánicas

ESTUFAS BALCÁNICAS.

1. Estufa común.
2. Horno que aprovecha el fuego de la propia chimenea para cocinar
3. Sistema calentador de agua. La propia estufa tiene una entrada y una salida de agua caliente.
4. Segunda chimenea natural que da un doble camino al humo.
5. Tiro segundo para hacer que el humo de la segunda chimenea suba.

Las estufas balcánicas, basan su gran eficiencia en la idea de que el humo también calienta. Mientras que en los sistemas tradicionales lo dejamos escapar a la atmósfera sin sacarle todas sus calorías, este tipo de estufas típicas del este de europa dirigen el humo por un recorrido largo que además de calentar más nuestro hogar nos da otras funcionalidades bien interesantes para un hogar.

Puedes entontrar un tutorial completo en pdf, para poder construir tu mismo una de estas estufas en el blog una estufa rusa en Benavente.



COCINAS BILBAINAS.

Son las cocinas tradicionales de leña, rediseñadas y mejoradas por la empresa Vizkaina Lacunza.

Calientan la casa, tienes cocina y horno al mismo tiempo y también incluyen un depósito  con circuito de entrada de agua temperatura ambiente  y salida de agua caliente.

Plantas para comer y curar






Durante nuestra estancia en Carranza hemos aprendido varias recetas curiosas que queremos compartir aquí, porque no solo de trabajar vive el hombre…





GOMASIO
Viene a ser sal enriquecida.
Se tuestan sésamo y sal a partes iguales, se añaden unas pocas algas (dulse o wakame) y se muele todo. El resultado es una mezcla marrón para sazonar en crudo que aporta una dosis extra de magnesio, calcio y yodo.

FENOGRECO
Este componente del curry lo usaban las antiguas egipcias como desodorante natural, pues su ingesta hace que la sudoración adquiera un aroma muy particular.


CATAPLASMA DE CEBOLLA Y MIEL
Remedio natural expectorante. 
Se cuece cebolla cortada en aros. Con un trapo de por medio se aplica una capa de miel en el pecho, sobre la que se coloca la cebolla cocida. Para mantener el calor y así potenciar el efecto, se pone encima un saco de semillas caliente (para no mancharlo se coloca entre medias otro trapo y un plástico).


INFUSIÓN ESPECTORANTE
Mezcla de tomillo, romero, malva y milenrama, con agua de haber cocido cáscara de limón y de naranja, canela y escaramujo.

ALGARROBA
El cacao local.
Se trata de una semilla comestible que se produce bien en nuestra zona y que se ha usado en muchos momentos y sitios para alimentar a los cerdos, pero eso te parece un menosprecio cuando descubres que la harina de algarroba tiene un color y un sabor muy similares al cacao, y por tanto, que este infrautilizado alimento te ofrece un montón de posibilidades culinarias. Nosotras hicimos “nocilla” de algarroba, añadiéndole aceite de girasol, melaza y leche de soja.



PURRUSALDA
Plato típico de Euskadi. 
Se trata de un caldo de puerros al que se le puede añadir zanahoria, cebolla, patata, calabaza… pero cuya base es el puerro, y es que resulta que de media una familia vasca consume 1000 puerros al año.

Los hábitos de escritura de Joyce Carol Oates

¿Qué rutina sigue a la hora de escribir?
Trato de escribir por mañana muy intensamente, de 8:30 a 13. Cuando viajo puedo trabajar de 10 de la noche a 3, sola no duermo que bien. Tengo un montón de trabajo terminado en habitaciones de hotel. El trabajo es un consuelo para la soledad. Escribo a mano. No tengo un procesador de textos. Escribo lentamente.


¿Es capaz de leer cuando está escribiendo?
Generalmente leo por la noche. Acabo de volver de Europa, estaba leyendo Jane Austen en el avión. Yo podría estar sin leer nada... Yo nunca pierdo el tiempo. No veo mucha televisión. Perder el tiempo no está en mi naturaleza. Me resulta difícil entender por qué la gente pierde deliberadamente el tiempo.


¿Suele hacer lecturas de veraneo?
Preferiría tomar veneno, o más bien masticar vidrio esmerilado.

USA Weekend, July 29, 2001


Los hábitos de escritura de J.M. Coetzee


"Coetzee," según el escritor Rian Malan, "es un hombre de casi una actitud monacal respecto a su autodisciplina y dedicación. No bebe, no fumar y no come carne. Recorre grandes distancias en bicicleta para mantenerse en forma y pasa por lo menos una hora en su escritorio cada mañana, siete días a la semana. Un colega que ha trabajado con él durante más de una década afirma haberlo visto reír sólo una vez. Un conocido ha asistido a varias cenas en las que Coetzee ha pronunciado ni una sola palabra."
New Statesman, October 25, 1999

Los hábitos de escritura de Truman Capote


¿Cuáles son sus hábitos a la hora de escribir? ¿Utiliza una mesa? ¿Una máquina de escribir?
Soy un autor absolutamente horizontal. No puedo pensar hasta que no estoy tumbado, ya sea en la cama o en un sofá, con un cigarrillo y un café a mano. Necesito estar dando sorbos y caladas. A mediodía cambio el café por té de menta, después por vino blanco y después por martini. No, no utilizo máquina de escribir. No al principio. Escribo una primera versión a mano, a lápiz. Después hago una revisión completa también a mano. Fundamentalmente me considero un estilista, y los estilistas nos volvemos unos obsesos con la colocación de una coma, con el peso de un punto y coma. Este tipo de obsesiones y el tiempo que me llevan, me irritan de manera insoportable.
The Paris Review, Issue 16, 1957

Los hábitos de escritura de W. H. Auden

Probablemente el mejor escritor que ha habido nunca utilizando la escritura rápida como sistema haya sido W. H. Auden. Se tragaba una pastilla de Benzedrine todas las mañanas durante veinte años, desde 1938, y equilibraba sus efectos con el barbitúrico Seconal cuando quería dormir. También mantenía un vaso de vodka en su mesilla por si se despertaba en mitad de la noche. Tenía una actitud pragmática respecto a las  anfetaminas, como un dispositivo de ahorro de trabajo en "la cocina mental".

Vía: The New Yorker

Los hábitos de escritura de Simone de Beauvoir

Dicen que tiene gran autodisciplina y que nunca deja pasar un día sin trabajar. ¿En qué momento empieza?
Siempre tengo prisa para ponerse en marcha, aunque en primer lugar me tomo un  té y luego, a las diez en punto, me pongo en marcha y trabajo hasta la una. Entonces veo a mis amigos y después, a las cinco en punto, vuelvo a trabajar y sigo hasta nueve. No tengo ninguna dificultad para retomar el hilo por la tarde. Al terminar, me leo el periódico o puede que me vaya de compras.  A menudo trabajar me resulta un placer.

¿Cuándo ve a Sartre?
Todas las tardes y con frecuencia a la hora de comer. Normalmente trabajo en su estudio por las tardes.

¿No le resulta molesto trasladarse de un apartamento a otro?
No. Al no escribir libros académicos, me llevo todos mis papeles y me funciona muy bien.

¿Comienza a redactar directamente?
Depende de lo que esté escribiendo. Si el trabajo está yendo bien, me paso los primeros 15 minutos o media hora leyendo lo que escribí el día anterior, y hago algunas correcciones. Después continúo. Para retomar el tono necesito leer antes lo que he hecho. 

¿Sus amigos escritores siguen los mismos hábitos que usted?
No, es una cuestión personal. Genet, por ejemplo, trabaja de forma muy distinta. Él le dedica doce horas al día durante seis meses mientras está trabajando en algo concreto y cuando termina se puede pasar seis meses sin hacer nada.  Como ya dije, yo trabajo todos los días excepto dos o tres meses de vacaciones en los viajo y normalmente entonces no hago nada. Leo muy poco durante el año, y cuando salgo me llevo una maleta grande llena de libros, libros que no me da tiempo a leer. Pero si el viaje dura un meso seis semanas, me siento incómoda, especialmente si estoy entre dos libros. Me aburro si no trabajo. 

Vía: The Paris Review

Bertrand Russell

Origen de la foto

Testimonio real de una tostadora satánica

Postal

Muchas veces, como hacemos todos, seguramente, he intentado reconstruir o recuperar recuerdos de la infancia. La memoria de mis primeros años es un árbol bastante seco del cual sólo extraigo cada tanto unos pocos frutos no muy jugosos. Son retazos, o más bien postales, casi fotografías y, en muchos casos, ni siquiera auténticos recuerdos sino la reimplantación de un recuerdo a través de un relato de alguien mayor.

Mi madre, sin ir muy lejos. De ella guardo algunos recuerdos, pero sobre todo muchas palabras.

Si algo es mi madre, por ejemplo, es su historia del abuelo gallego. Y esa historia es a su vez vaga e incompleta. Es la historia de mi madre comiendo almejas. Recogía las almejas con mi bisabuelo, en días de caminata por la arena. Ella era un niña de unos cinco o seis años, la edad que tiene ahora una de mis hijas. Caminaba con su abuelo por una playa que podría ser Mar de Ajó, en esa zona donde el mar todavía está sucio de la afluencia del Plata (hay otra anécdota de mi madre que involucra a Mar de Ajó, un destartalado ómnibus de pasajeros y el esfuerzo de mi abuelo, su padre, para ayudar a mover el ómnibus, que se había encajado en la arena).

Caminaban por esas playas, que hace sesenta años habrán sido desoladas y rústicas, y recolectaban almejas. El abuelo las abría vivas, las rociaba con limón y las comía. El abuelo gallego le enseñó a mi madre a comer almejas crudas, lavadas con la misma agua del mar, apenas laceradas un poco por el ácido del limón.

Y yo me pregunto qué habrá sido eso que tanto impresionó a la niña de seis años, qué cosa señaló ese recuerdo de entre el cúmulo de experiencias, si el gesto del hombre, si el acto primal de devorar al animal crudo y todavía vivo, si el sabor fuerte y agresivo del molusco y el cítrico, si el ritual, la coreografía del gesto que imagino (la danza de las manos para despegar la valvas con un cuchillo, apretar el limón, adivinar el reventar de la pulpa, la caída de alguna gota en los ojos de la nena que mira, fascinada, incrédula, al animal reaccionar y retorcerse), si habrá sido el atardecer o la figura del hombre contra el sol, o tal vez el juego, el estar de rodillas en la arena, buscar con la vista los pequeños y redondos agujeros que delatan el lugar donde la almeja se ha enterrado, cavar con la pequeña palita de metal, atrapar al animal antes de que logre hundirse más profundo, cuidar de no romper las valvas con la pala, juntar la cosecha en un balde lleno de agua de mar.

Mi madre nunca contó que se riera entonces. Siempre ha presentado la escena como un momento pleno de felicidad, pero no recuerdo risas en la historia. Aquel hombre, del que sólo sé que juntaba almejas con su nieta y que las comía bañadas en limón, dejó en la niña que después fue mi madre una impronta tan profunda que se concentró en un único acontecimiento, relatado una y otra vez (ahora lo pienso) como cuento para ir a dormir (y afloran recuerdos de mi madre: sentada en un banco, entre mi cama y la de mi hermana, dándole una mano a cada uno para evitar celos y competencias, y contando la historia del abuelo, una historia con tan escasos elementos como aquí los repito: un hombre y su nieta caminan por la playa buscando almejas para comerlas crudas, rociadas con limón). Ese era el cuento. Ese o el de los tres chanchitos, una canción de cuna y a dormir.

Algo fascinante habrá tenido la voz de mi madre. La certeza de una forma del amor, algo próximo al encantamiento causado por un único gesto, una escena simple y acotada, aguda y exigua como una espina, y clavada con igual tenacidad.

Y el cuento pasó finalmente a mi memoria. Aquel inmigrante gallego en las costas del Plata, que imagino taciturno, dejó, diría casi con certeza que sin saberlo, su ciega marca para que una madre la pasara a su hijo. Creo que no fue tanto la historia como la pura voz de mi madre, su inexplicable entusiasmo, aquello inefable que el relato no podía contener pero que la voz revelaba.

Con los años, mi madre formalizó un manifiesto deseo de conocer Galicia. El tiempo le dio la oportunidad. Viajó a España a visitar a una hija, inmigrante de la oleada de los años dos mil. Y fue a Rajó. Y vio las rías. No sé si comió almejas. Honró la memoria de su abuelo, conoció olvidados y vagos parientes.

En las costas del Atlántico argentino hace años que ya no se ven almejas. De chico, yo todavía las juntaba cuando íbamos de vacaciones a San Clemente. Era un juego y la ocasión para que mi madre repitiera la historia del abuelo gallego. Nos divertíamos, mi hermana y yo. No recuerdo haber comido jamás esas almejas. Apenas si recuerdo si alguna vez mi madre hizo con ellas algo parecido a una paella, hirviéndolas, creo, hasta que las valvas se abrieran.

Hace unos días leí en un diario que se habían vuelto a ver almejas en la costa. Pedían a la gente que no las recolectara, para no fracasar su regreso.

En fin. Así son las postales: parece que tienen un origen, una causa o un motivo y, sobre todo, que se dirigen hacia otro, un lugar o un destinatario, pero en realidad son retazos encallecidos de algo que, suponemos, pasó, sin causa ni efecto, sin trama ni desenlace.

No a la violencia de género

A mi no me gusta que a las mujeres se les pegue ya que se supone que las mujeres tienen menos fuerza y no se pueden defender. Debería de haber unas personas que le enseñen a las mujeres a defenderse para no ser maltratadas.Esto es maltrato físico.
 Los hombres deberían estar más calladitos y no decir tantas cosas como: eres una inútil, no sirves para nada, no salgas de casa...y muchas cosas por el estilo. Esto es maltrato psíquico.
También hay mujeres que maltratan al hombre de todas estas formas que he nombrado antes.

¡¡¡¡¡¡¡¡NO AL MALTRATO!!!!!!!!  ¡¡¡¡¡¡LLÁMA AL 016!!!!!!!!!!1

Supermercado de animalandia


Cargada va la jirafa
con una buen garrafa.

Viuda triste se ha quedado
y va a vender al mercado.

-¡Vendo el churrito caliente
y el vasito de aguardiente!

El parroquiano elefante
lleva una trompa constante.

Caracol -junto a la pila-
de su casa un piso alquila.

Doña tortuga y don oso
venden queso mantecoso.

-quesitos y requesones,
especial para ratones-.

La simpática lechuza,
vende la fresca merluza.

La vaca vende morcilla.
Doña cerda mantequilla.

Y está vendiendo don gato
el rico <foa-gras> de pato.

Doña foca y don pingüino
venden el helado fino.

Dos buhos que son poetas,
venden cuentos y cometas.

Y lo mejor del mercado
es que todo es regalado.

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Haciendo una zanja.

 

Hoy, azada y pico en mano, hemos hecho la primera zanja de nuestra vida. 

Dicen los expertos, que puede estar a la altura de las zanjas Filipinas de principios de siglo, aquellas de las que tanto se habla en los manuales que hablan de esas cosas.


Fuera coñas, hoy hemos hecho una zanja de más de 10 metros, unos 40 centímetros de ancho y 60 de hondo....se dice fácil, pero al hacerlo duele el alma, os lo aseguramos. 
Esta noche vamos a dormir como reinas.

Esta zanja irá llena de "rechazo" - piedra mezclada con arena - que servirá de drenaje para transportar las aguas de lluvia lejos de la vivienda y evitar filtraciones masivas en el terreno de entrada a la casa.

Como no podía ser de ora forma, hemos tenido un incidente - además de algun golpe involuntario en una pierna y el dolor de espalda -  

Estabamos avisadas de que por la zona a cavar había dos tubos que teníamos que salvar, uno de ellos rojo, por el que pasa el cableado y otro de ellos gris para la aireación de la casa. Bueno, pues digamos que el tubo gris ha acabado con dos boquetes,  gracias a un fuerte golpe de pico, así que hemos tenido que poner a prueba nuetro ingenio reparador para hacer un remiendo que pueda sobrevivir los, por lo menos, cien años de vida útil de la casa.
 
Le hemos dado trabajo a un viejo trozo de tuvo que andaba llorando entre los escombros, lo hemos cortado por la mitad y esos parches, pegados con pegamento fuerte, han dejado el tubo completamente recuperado para cumplir su función.  

Todo esto con una sonrisa y sin ampoyas en las manos. ¡Arriba las princesas obreras!